Si se examinan los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, se encontrará un término destacado en la descripción del número 9: infraestructuras resilientes como clave para una construcción innovadora y sostenible. Este enfoque es posible gracias a los avances en áreas como los nuevos materiales de construcción y las últimas tecnologías.
En este artículo, se explicará en qué consisten exactamente las infraestructuras resilientes y se proporcionarán ejemplos de los avances que las hacen posibles. Las infraestructuras resilientes se definen como aquellas capaces de adaptarse y recuperarse ante eventos adversos, como desastres naturales, interrupciones tecnológicas o cambios económicos.
Se basan en la planificación preventiva y la capacidad de recuperación rápida, con componentes redundantes, materiales avanzados, protocolos de contingencia y planes de respuesta claros que garantizan una rápida vuelta a la normalidad sin afectar críticamente al sistema completo.
Los principales tipos de infraestructuras resilientes incluyen transporte, energía, telecomunicaciones, hídricas, de saneamiento, urbanas y constructivas.
Estas infraestructuras se preparan para sobrellevar catástrofes mediante diseños resistentes, materiales duraderos y planes urbanos que contemplan zonas seguras y rutas de evacuación.
En cuanto a las tecnologías para construir infraestructuras resilientes, se destacan: – Internet de las cosas (IoT): sensores inteligentes para monitorizar en tiempo real. – Big data y analítica predictiva: anticipación y respuesta a riesgos. – Inteligencia artificial y machine learning: optimización de mantenimiento y gestión de crisis. – Blockchain: trazabilidad y seguridad en la gestión de infraestructuras críticas. – Energías renovables y redes inteligentes: autonomía energética y respuesta ante fallos. – Construcción 4.0 y materiales avanzados: impresión 3D, materiales autorreparables, hormigón verde o nanomateriales.
Estas tecnologías permiten mejorar la resilencia de las infraestructuras, optimizando el mantenimiento preventivo, planificando el uso de recursos de forma eficiente y garantizando la continuidad del servicio en situaciones adversas.