Es un axioma común que la supervivencia no es posible sin una fuente de sustento, pero la tecnología moderna está desafiando esta premisa al desarrollar innovadoras soluciones para obtener energía y alimentos a partir del aire mismo que respiramos. En la feria de electrónica de consumo CES, se presentó un dispositivo doméstico revolucionario que puede extraer agua potable del aire. El acceso a agua potable es uno de los desafíos más importantes que enfrenta la humanidad en las próximas décadas, y este tipo de tecnología contribuirá a abordar este problema a pequeña escala,similar a cómo las plantas desalinizadoras lo hacen a escala industrial con el agua del mar.
Es bien sabido que la disponibilidad de agua dulce y potable es limitada, ya que la mayoría del agua del planeta es salada o no apta para el consumo humano debido a la contaminación. En este sentido, existen tres estrategias principales para obtener agua potable: potabilización, desalinización y condensación. La potabilización implica el tratamiento de agua dulce procedente de ríos o embalses para eliminar contaminantes. La desalinización, por otro lado, utiliza tecnologías como la ósmosis inversa para eliminar la sal y las impurezas del agua, resultando clave en zonas áridas y costeras. La condensación, por último, permite recolectar agua de la atmósfera mediante diversas tecnologías, como los «huertos hídricos» que ya se utilizan en algunas regiones.
En el entorno doméstico, sin embargo, la situación se complica. Aunque las casas con independencia energética gracias a las placas solares son cada vez más comunes, no lo es tanto que un hogar sea autosuficiente en términos de agua potable, a no ser que disponga de un pozo o un aljibe. Sin embargo, el dispositivo presentado en la CES aprovecha el fenómeno de la condensación para generar hasta diez litros de agua potable diarios a partir del aire, suficiente para cubrir las necesidades de hidratación de dos personas. El dispositivo, que se asemeja a un electrodoméstico minimalista, utiliza un desecante similar al gel de sílice para capturar la humedad de la atmósfera, luego pasa por filtros para purificar el aire y puede calentar o enfriar el agua según sea necesario. El resultado es agua potable con un pH de 9,2+ y que ha eliminado el 99,9% de los gérmenes gracias al uso de rayos ultravioleta. Además, el sistema contribuye a eliminar la humedad ambiental de una casa para prevenir la aparición de moho y enfermedades respiratorias.
Además de la obtención de agua del aire, existen otras tecnologías que permiten obtener diversos ingredientes y materias primas de gran utilidad. Por ejemplo, se pueden producir alimentos sintéticos partiendo del dióxido de carbono del aire y hidrógeno del agua, o plásticos como el polietileno procesando dióxido de carbono mediante fotosíntesis artificial. Incluso existen tecnologías para fabricar bicarbonato sódico a partir de dióxido de carbono, un ingrediente básico en la repostería. En último lugar, la mineralización del dióxido de carbono es una forma de combatir el calentamiento global, y ya se está implementando en plantas en Islandia.