Se han alcanzado dos hitos fundamentales en la historia mundial en un espacio de apenas 180 metros. La obra maestra de la literatura universal, «El Quijote», fue publicada en 1605 en la imprenta de María Rivalde, ubicada en el número 87 de la calle de Atocha en Madrid. En la acera opuesta, se erigió en 1834 el monumental edificio del Real Colegio de Medicina y Cirugía de San Carlos, un templo médico que revolucionó la época de los curanderos y matasanos. De allí surgió el equivalente científico de «El Quijote»: «Textura del sistema nervioso del hombre y de los vertebrados», la obra maestra de Santiago Ramón y Cajal, que en 1906 ganó el Premio Nobel de Medicina por demostrar que el cerebro está organizado en células individuales.
En este sentido, el Ministerio de Ciencia ha propuesto la creación de un museo nacional dedicado a Cajal en el edificio del Real Colegio de Medicina y Cirugía de San Carlos, según confirman tres fuentes presentes en una reunión entre las autoridades implicadas, la familia y los representantes de una decena de instituciones científicas. El secretario de Estado de Ciencia, Juan Cruz Cigudosa, ha explicado que la intención del Ministerio es exhibir en el museo el Legado Cajal, un tesoro formado por casi 30.000 piezas, incluyendo rodajas de cerebros, fotografías asombrosas, manuscritos y dibujos del ganador del Nobel y sus discípulos. Actualmente, esta colección se custodia en el Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) en Madrid.
El futuro Museo Cajal se ubicará en el eje museístico de la capital, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO hace cuatro años, a 20 metros del Museo Reina Sofía, a 375 metros del Museo del Prado y a 600 metros del Museo Thyssen. El viejo caserón de Atocha es una de las tres grandes obras que sobreviven en Madrid del reinado de Fernando VII, junto con el Senado y el Teatro Real. Cajal llegó a este edificio en 1892 para ser catedrático y allí desarrolló su trabajo pionero en el campo de la neurociencia.
El edificio, que ha sido restaurado en varias ocasiones, ha sido el escenario de importantes avances científicos y ha sido testigo de la evolución de la medicina en España. En él, Cajal desarrolló sus teorías sobre la estructura del cerebro y demostró que las células nerviosas eran entidades independientes. Su trabajo revolucionó la comprensión del sistema nervioso y abrió las puertas a nuevos descubrimientos en el campo de la neurociencia.
La creación del Museo Cajal es un reconocimiento a la importancia de la labor de este científico español y un homenaje a su legado en el campo de la medicina y la ciencia. Será un lugar de encuentro para los investigadores y los amantes de la ciencia, un espacio donde se puedan conocer y difundir los avances en el campo de la neurociencia y celebrar la vida y la obra de uno de los científicos más destacados de la historia de España.