Indra tiene previsto adquirir Escribano Mechanical & Engineering (EM&E) a través de una ampliación de capital, según confirman fuentes cercanas a la situación. Si el consejo de administración y posteriormente los accionistas aprueban la operación, la empresa pagará a la familia Escribano con nuevas acciones de la cotizada, lo que significa que no habrá una salida de caja. Con este enfoque, que se espera que se concrete este otoño, Ángel Escribano (presidente actual de Indra) y Javier Escribano (presidente de EM&E) aumentarán su participación en la empresa del Ibex 35 hasta más del 20%, superando su actual participación del 15%. En la actualidad, Indra cuenta con una capitalización bursátil de unos 7.000 millones de euros y una acción que supera los 38 euros, lo que representa un incremento del 120% con respecto al año pasado. La empresa es, con diferencia, la del selectivo bursátil con el mejor rendimiento interanual. Con la operación planteada, los Escribano alinearán sus intereses con los de Indra al 100%. En otras palabras, estarán apostando por completo su patrimonio en la apuesta de convertir a la tecnológica en un campeón nacional de defensa capaz de competir con las grandes potencias europeas en los macrocontratos militares esperados para los próximos años.
En la última junta de accionistas, celebrada a finales de junio, se anunció una previsión de que la contratación en defensa se duplique hasta los 2.000 millones de euros. Para ejecutar la compra de EM&E, la empresa ha dado los primeros pasos. Indra convocó un consejo este jueves, en el que se aprobó por unanimidad crear una comisión ad hoc integrada solo por consejeros independientes para gestionar los posibles conflictos de interés que pudieran surgir en alguna operación. El objetivo es asegurar que la compra de EM&E se ejecute con todas las garantías de beneficio para todos los inversores.
La operación está siendo impulsada por el consejero delegado, José Vicente de los Mozos. Se trata de una abstención reglada por las normas de buen gobierno, ya que los Escribano, además de ser accionistas y consejeros de Indra, son los dueños de la compañía que se pretende comprar y que se estima tenga un valor que supera los 1.000 millones de euros.
No se espera que los Escribano reciban pago en efectivo por integrar su empresa en Indra. Cualquier planteamiento que implique pago en cash haría descarrilar la compra. Para ejecutar la operación, que implica la entrega de nuevas acciones tras ampliar capital, Indra está trabajando con KPMG y AZ Capital. La operación supondrá la dilución de todos los accionistas por la ampliación de capital.
El consejo de administración de Indra también aprobó la dimisión de Ángeles Santamaría, consejera independiente de Indra desde 2022, cuyo mandato vencía en octubre. Santamaría alegó motivos personales para su salida, que se concretó un día antes de la cita del órgano de decisión de la empresa.
En el marco del plan de crecimiento de Indra, la empresa también ha desvelado sus intenciones de adquirir la italiana Iveco Defence en competencia con varios compradores internacionales y de ampliar su participación en ITP Aero. Además, ha creado una división de blindados denominada Indra Land Vehicles y ha comprado una planta de producción en El Tallerón de Duro Felguera.