El camino emprendido hace dos años por España para integrar los misiles navales NSM (Naval Strike Missile) de la empresa noruega Kongsberg Defence & Aerospace en submarinos equipados con lanzatorpedos ha despertado el interés de varias armadas europeas. En la actualidad, Alemania está considerando unirse a esta iniciativa, dopo que Países Bajos reveló recientemente su elección de esta solución para equipar a sus futuros submarinos.
Los planes estratégicos recientemente revelados de la Armada alemana incluyen, entre otros, la expansión de las capacidades de ataque a tierra, también desde submarinos, según informa el medio local Hartpunkt. Según se destaca en el informe, la fuerza naval alemana necesita «ampliar a corto plazo la capacidad de ataque de todas las unidades adecuadas, especialmente submarinos, para desplegar esta capacidad de forma encubierta desde lugares donde el enemigo no la esperaría».
Aunque no se especifica qué armas concretas cubrirán esta necesidad ni qué distancia deberían cubrir, es claro que Alemania, al no contar con submarinos con lanzadores verticales, deberá optar por misiles que puedan lanzarse desde tubos lanzatorpedos. En este sentido, la adquisición de la versión para submarinos del NSM (conocida como JSM-SL), que se está desarrollando bajo liderazgo español, es una opción muy válida, según fuentes bien informadas. La versión submarina del NSM ofrece varias ventajas, incluida la capacidad de atacar tanto objetivos terrestres como buques de superficie. Según Kongsberg, el alcance de la nueva versión desarrollada a partir del NSM es significativamente mayor que el de la versión original, superando los 350 kilómetros.
La versión aérea, la JSM, se estima que puede llegar incluso a unos 560 kilómetros. Es destacable que Alemania ya ha encargado tanto la versión NSM para su uso desde fragatas como la JSM para utilizarlas desde sus futuros aviones furtivos F-35.
El desarrollo de la versión submarina del NSM se encuentra en su fase inicial, que tendrá una duración de 18 meses, antes de proceder a la fase de producción.
El programa contará con el apoyo de una agencia internacional, como la Occar (Organización para la Cooperación Conjunta en Materia de Armamento europea) o la NSPA (Agencia de Adquisiciones y Apoyo de la OTAN), por ejemplo. Otras opciones, como el Tomahawk estadounidense o las soluciones francesas MdCN y SM.40 Exocet, también están siendo consideradas, aunque Alemania no ha mostrado interés por estos desarrollos hasta la fecha.