España se compromete a incrementar su fuerza militar en 14.000 efectivos antes de 2035, según el acuerdo alcanzado con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). La mitad de este aumento, 7.000 efectivos, se producirá entre 2025 y 2029, y el resto en el período de 2030-2034, completando así un crecimiento sostenido a lo largo de una década. Este compromiso forma parte del objetivo de capacidades asignado a España por la Alianza Atlántica y fue revelado por el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la sesión plenaria del Congreso de los Diputados.
El período de cumplimiento de este compromiso coincide con el establecido en la reciente cumbre de la OTAN en La Haya (Países Bajos) para alcanzar el objetivo del 5% del producto interior bruto (PIB) dedicado a defensa. No obstante, el Gobierno español argumenta, basándose en un estudio del Estado Mayor de la Defensa (EMAD), que le basta con el 2,1% del PIB para cumplir con sus compromisos con la Alianza Atlántica, incluyendo el aumento de personal.
Actualmente, España cuenta con aproximadamente 120.000 militares en activo, por lo que el aumento previsto en una década representa un 11% de incremento. Este crecimiento se encuentra dentro de los límites establecidos por la Ley de la Carrera Militar de 2007, que establece un rango de 130.000 a 140.000 efectivos militares como máximo, de los cuales 50.000 serán oficiales y suboficiales.
El Jefe del Estado Mayor de la Defensa, el Almirante General Teodoro López Calderón, ha advertido sobre la insuficiencia actual del número de efectivos militares, lo que ha llevado a una pérdida de más de 10.000 soldados en los últimos años. Esto se ha visto agravado por la asunción de nuevas misiones y responsabilidades, como la ciberdefensa, la vigilancia del espacio exterior, la lucha contra incendios forestales, pandemias y catástrofes naturales, Además, España ha aumentado su participación en misiones internacionales, con más de 3.000 efectivos desplegados en el exterior.
Para abordar este reto, el Real Decreto de Plantillas Militares para el período 2025-2029 reconoce la necesidad de incrementar el número global de efectivos de las Fuerzas Armadas para mejorar su capacidad de respuesta a nuevas amenazas y desafíos. Sin embargo, el principal desafío no solo radica en reclutar más militares, sino también en retener a los ya existentes, ya que su formación y especialización son cada vez más atractivas para las empresas tecnológicas.
El Gobierno español enfrenta el desafío de ofrecer a los militares una retribución competitiva con su nivel de preparación y exigencia, ya que los sueldos actuales no son competitivos en el mercado laboral. De lo contrario, corren el riesgo de perder a sus mejores expertos después de haberles brindado formación y experiencia.
Por otro lado, el Objetivo de Capacidades de la OTAN también exige a España desarrollar y mantener sistemas de armas e infraestructuras específicas, incluyendo la modernización de sistemas de defensa aérea, la adquisición de nuevos sistemas de armas y la mejora de capacidades en áreas como la guerra electrónica, la inteligencia y el apoyo logístico.
En 2029, la OTAN revisará el cumplimiento de los Objetivos de Capacidades por parte de cada uno de los países. Será en ese momento cuando se evalúe si España ha cumplido con sus compromisos con el 2,1% de su PIB o necesita dedicarle un 5%, como sostiene el Secretario General de la OTAN, Mark Rutte.