La Naturaleza ha ideado formas de optimizar la reproducción de especies. En el caso de las plantas, dependen de otras especies para la polinización y diseminación de semillas. Sin embargo, algunas plantas han desarrollado soluciones más ingeniosas, como la semilla de arce que ha inspirado un dron ligero y autónomo.
Este dron, desarrollado por científicos de la City University de Hong Kong, pesa menos de 100 gramos y utiliza rotores en las puntas de las aspas, inspiradas en la estructura de las semillas de arce. Esto le permite volar durante 24 minutos con una pequeña batería y controlar su dirección con facilidad.
La biomimética, la ciencia que estudia la inspiración en la naturaleza para desarrollar tecnologías, ha llevado a la creación de drones y aviones más eficientes y sostenibles.
La curiosa aerodinámica de las semillas de arce ha demostrado ser una gran fuente de inspiración para la industria.
Además, la biomimética se está implementando en empresas y proyectos arquitectónicos para desarrollar soluciones más sostenibles y eficientes.
El Director of Biomimicry, Jamie Miller, está llevando a cabo proyectos que incorporan soluciones biomiméticas en edificios residenciales y considera que esta disciplina puede ser una de las grandes armas para combatir el cambio climático.