El 9 de marzo de 2001 marcó un hito en la historia de España, cuando se eliminó el servicio militar obligatorio, un cambio que afectó a una generación entera de españoles. Sin embargo, la sombra de la invasión rusa de Ucrania y la creciente tensión geopolítica han llevado a varios países, incluyendo Alemania, a reconsiderar la reinstauración del servicio militar.
La decisión del gobierno alemán de Friedrich Merz de reimplantar el servicio militar, aunque inicialmente con carácter voluntario, es un ejemplo destacado de esta tendencia. No obstante, no es un caso aislado. Países como Croacia y Lituania ya han tomaron medidas similares, citando la necesidad de reforzar sus ejércitos en respuesta a la creciente amenaza rusa.
En la actualidad, nueve de los 27 miembros de la Unión Europea tienen algún tipo de servicio militar obligatorio para los jóvenes que alcanzan la mayoría de edad. Esta tendencia se observa especialmente en países nórdicos y bálticos, que comparten fronteras con Rusia y han experimentado una creciente sensación de inseguridad.
Un documento de trabajo del Parlamento Europeo sobre el tema destaca que «el servicio militar obligatorio ha vuelto con fuerza a las agendas políticas de la UE y a escala global, sobre todo desde la invasión rusa de Ucrania en 2022». Entre los factores que contribuyen a esta tendencia se encuentran las crecientes amenazas de seguridad, el temor a un distanciamiento transatlántico y la postura de la nueva Administración estadounidense.
Además, el declive demográfico ha aumentado la conciencia sobre la necesidad de preparar a las fuerzas armadas para las contingencias militares más extremas. La casuística es múltiple, y países como Austria, Grecia y Chipre también mantienen el servicio militar obligatorio por motivos específicos.
Un informe del Parlamento Europeo constata un creciente apoyo demoscópico a la reintroducción del servicio militar, especialmente en las filas conservadoras. La seguridad y la defensa figuran como el principal temor de la población, con casi ocho de cada diez ciudadanos «preocupados» por lo que pueda ocurrir en los próximos cinco años.
El esquema del servicio militar varía considerablemente entre los países del norte de Europa, tanto en formato como en duración. Países como Finlandia y Estonia tienen modelos de servicio militar obligatorio más amplios, mientras que Dinamarca, Letonia y Lituania seleccionan a los reclutas mediante un sorteo.
En Suecia, el modelo que ha inspirado a Alemania, se recluta a una pequeña proporción de los jóvenes que alcanzan la mayoría de edad, seleccionados cada año en función de diversos criterios, dándose prioridad a aquellos que manifiestan su voluntad de recibir la formación militar.
La tendencia a reinstaurar el servicio militar obligatorio en varios países de la UE se debe a una serie de factores, incluyendo la creciente amenaza rusa, el declive demográfico y la necesidad de reforzar las capacidades de seguridad. Esta tendencia se observa especialmente en países nórdicos y bálticos, que comparten fronteras con Rusia y han experimentado una creciente sensación de inseguridad.