La Unión Europea se compromete a acelerar la consolidación de la defensa continental. Con el impulso otorgado por el compromiso de La Haya, en el que la OTAN acordó incrementar el gasto militar al 5% del producto interno bruto (PIB) en la próxima década, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE han convenido en impulsar los planes de rearme continental hasta 2030. Para lograr esto, los 27 miembros han encomendado a la Comisión Europea presentar un calendario y planes de acción más detallados en la próxima cumbre de octubre. El objetivo es discutir en el Consejo Europeo de octubre los «próximos pasos en la implementación de sus objetivos de preparación para la defensa». También buscan mantener la ambición mostrada durante la cumbre de la OTAN para avanzar a escala europea, según una fuente oficial.
El propósito es asegurarse de que el aumento del gasto en defensa tenga un resultado eficiente para todos, y que la industria europea de defensa y la competitividad se beneficien de este incremento. La Comisión Europea ya había presentado un Libro Blanco sobre la defensa europea en marzo, identificando siete áreas prioritarias de capacidades militares. Ahora, los líderes europeos han destacado la necesidad de hacer hincapié en la identificación y resolución de las lagunas en materia de capacidades críticas, en la financiación del gasto incrementado en defensa y en el impulso de alianzas con «aliados afines».
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha recordado a los 27 miembros que ya existen instrumentos de financiación, como el programa de préstamos SAFE y la cláusula de escape nacional, que permiten a los países gastar en defensa hasta un 1,5% más del PIB sin ser penalizados por la normativa europea. Von der Leyen ha instado a los Estados miembros a aprovechar estos instrumentos para aumentar sustancialmente y de forma eficiente el gasto en defensa.
En las conclusiones, los 27 miembros han coincidido en que una Unión Europea más fuerte y capaz en el ámbito de la seguridad y la defensa contribuirá positivamente a la seguridad mundial y transatlántica y es complementaria de la OTAN, que sigue siendo, para los Estados que son miembros de ella, el fundamento de su defensa colectiva. Aunque muchos reconocen que todavía no saben cómo van a financiar este aumento del gasto en defensa.