La cal es considerada uno de los materiales «inteligentes» más antiguos, con evidencia de su uso hace 7500 años en Jordania. Su propiedad reflectante y antiséptica ha llevado a la exploración de pinturas con propiedades innovadoras, como una pintura refrigerante que puede ahorrar hasta un 60% de energía. Recientemente, un laboratorio en Viena ha desarrollado una pintura autolimpiable y sostenible que purifica el aire mediante nanopartículas de óxido de titanio. Este avance ha sido logrado mediante la adición de átomos de fósforo, nitrógeno y carbono, lo que permite que la pintura funcione con luz solar en lugar de radiación ultravioleta intensa. El producto final ha demostrado una eficiencia del 96% en la eliminación de partículas tóxicas y se ha obtenido a partir de residuos metálicos y orgánicos reciclados.
Las pinturas fotocatalíticas representan una innovación en el campo de los recubrimientos con capacidad de limpieza autónoma y descontaminación. Estas pinturas se basan en la fotocatálisis, utilizando la luz ultravioleta del sol para descomponer sustancias orgánicas e inorgánicas en la superficie pintada o en el aire circundante. Sus propiedades incluyen autolimpieza, descontaminación del aire, propiedades antibacterianas y antifúngicas, y durabilidad. Con avances como los logrados por el laboratorio de Viena, el futuro nos acerca a vivir en ciudades más limpias y sostenibles gracias a este tipo de pinturas. Ejemplos de su potencial ya se pueden observar en ciudades como Madrid.