La historia cuenta que Ernest Shackleton, antes de su emblemática expedición antártica, publicó un anuncio peculiar en busca de hombres valientes dispuestos a enfrentarse a condiciones extremas. Aunque sea una historia legendaria, la Antártida continúa siendo un lugar hostil. Sin embargo, gracias a la fundación UKAHT, ahora es posible explorar este continente de manera segura y respetuosa con el medio ambiente a través de una experiencia inmersiva en realidad virtual.
La experiencia inmersiva de la isla de Stonington, desarrollada por la fundación británica, transporta a los usuarios virtualmente a la Isla de Stonington en 1965, combinando imágenes de época, escaneos láser y tecnología de inteligencia artificial para recrear el ambiente original de la base británica en la Antártida. Además, la narración de científicos que estuvieron en la isla en los años sesenta complementa la experiencia.
Aunque esta iniciativa es una de las más detalladas en cuanto a expediciones virtuales a la Antártida, existen otras experiencias inmersivas en video 360 grados que permiten explorar la fauna y los paisajes únicos de la región, como Antarctica 360 VR, Thin Ice VR y la Experiencia Virtual 360° de Quark Expeditions, entre otras.
Las experiencias inmersivas en realidad virtual y realidad aumentada permiten sumergir al usuario en entornos digitales o enriquecer el entorno real con elementos digitales, abriendo nuevas posibilidades en el ámbito del arte, la educación, el turismo y más. Además, iniciativas como Homeward Bound, en colaboración con ACCIONA, promueven el liderazgo femenino mediante expediciones anuales a la Antártida.
En resumen, las experiencias inmersivas en la Antártida ofrecen una nueva forma de explorar y aprender sobre este fascinante continente, combinando tecnología con la preservación del medio ambiente y la promoción del liderazgo femenino.