La Organización Mundial de la Salud estima que aproximadamente el 40% de la población mundial padece problemas de sueño, mientras que un 10% sufre de insomnio crónico. Esta situación no solo afecta el bienestar diario, sino que también puede tener consecuencias perjudiciales para la salud a largo plazo. En este sentido, una innovadora almohada inteligente se suma a la nueva generación de avances científicos y tecnológicos diseñados para combatir esta «epidemia silenciosa».
En este artículo, se presentan tres ejemplos de almohadas inteligentes que están revolucionando la forma en que abordamos el sueño y la salud.
La primera de ellas es una almohada desarrollada por investigadores chinos que registra los movimientos de la cabeza durante toda la noche gracias a una serie de sensores instalados en la almohada. Este dispositivo utiliza tecnología triboeléctrica para medir los movimientos de la cabeza con gran precisión y generar su propia electricidad para transmitir datos de forma inalámbrica. Además de medir patrones de sueño, esta almohada también puede diagnosticar enfermedades que afectan al movimiento de la cabeza, como la espondilosis cervical, y puede incluso alertar sobre el riesgo de caídas de la cama.
La segunda almohada inteligente presentada es capaz de modular el sueño y combatir los ronquidos. Este dispositivo utiliza sensores de presión y acústicos para detectar ronquidos y ajustar la posición de la cabeza para reabrir las vías respiratorias. Además, registra los patrones de sueño y permite a los usuarios acceder a los datos a través de una aplicación para teléfono.
Finalmente, se presenta una almohada inteligente diseñada por un estudiante con discapacidad auditiva en Dubái. Este dispositivo utiliza tecnología IoT para recibir señales de alarmas de incendio, timbres de puerta y llamadas de emergencia, y alertar a las personas con sordera a través de señales hápticas o lumínicas.
En resumen, estas almohadas inteligentes representan un avance significativo en la monitorización y el tratamiento de los problemas de sueño, y ofrecen una mayor comprensión de la importancia de abordar esta «epidemia silenciosa» de manera más efectiva.